Un buen entretenimiento para una tarde de sábado, con frío y lluvia, como este 9 de noviembre, es ver un partido de futbito de nuestro equipo txiki, el de los benjamines. El poder de convocatoria de Cristóbal, nuestro entrenador, es inmenso, así que ahí nos plantamos 15 jugadores y sus familias, en el estadio de Larrabide, para esforzarnos en hacerlo lo mejor posible. Y la cosa no nos salió nada mal. Queda un poco feo decirlo, pero nos fuimos a casa con otra victoria…Para victoria la de Perico, el papá de Yoel, intentando casar equipaciones y niños con todo el jaleo del vestuario ante semejante avalancha de jugadores. Al final cada uno salió con su ropa y Perico ha sobrevivido. Hasta les ha regalado una merienda… Gracias a todos los niños por ser unos campeones, a los papás asistentes del banquillo, a los entrenadores y a las familias que vuvucela en ristre han animado todas las jugadas.